Intervención de la Cultura africana
Intervención de la Cultura africana
Tras la aniquilación parcial de la población indígena, los españoles comienzan a implementar en Cuba el fenómeno de la esclavitud, traficando esclavos de diferentes zonas del continente africano. Los colonizadores, en su mayoría hombres, se mezclaron con aborígenes, con africanas y con la escasa inmigración femenina española. De estas uniones surgen las primeras generaciones de criollos. Junto con el poblamiento y colonización, entraron en Cuba elementos musicales y literarios derivados de un proceso de transculturación. Las relaciones de trabajo, la dependencia de un grupo numeroso de dominados por el sector dirigente no fue óbice para que se estableciera una interrelación cultural, una transculturación continuada por la cual los negros, esclavos o libertos, asumieron muchos oficios de los blancos, entre ellos el de músicos, y que de inmediato asimilaran instrumentos, formas de tañerlos, géneros musicales, danzas, a las cuales le imprimieron su propia expresión, por lo cual pronto serían reconocidos como cubanas.
Inicialmente los bailes y fiestas de los negros eran prohibidos, y si se permitían era dentro de su cabildo o barracón, pero la influencia de su música se transculturaba en la sonoridad del tiple que ellos asumían en sus puntos y zapateos. Las pequeñas orquestas que amenizaban igualmente los bailes de la alta burguesía oficial, las fiestas de la Iglesia, el teatro y las fiestas populares también estaban integradas por blancos y por negros que interpretaban la misma música, con características criollas, cubanas.
La participación de las mujeres africanas fue muy importante en la formación de la población cubana, porque durante cuatro siglos contribuyeron al mestizaje en la Isla. Integraron directamente las fiestas y ceremonias afrocubanas, bailando sus coreografías y cantando sus melodías, llamándoseles a estas últimas, clarinas. Al igual que el crisol cultural de España, África cuenta con un mosaico de pueblos, en ocasiones coincidiendo con dos influencias culturales afines a España, la árabe y la judaica. De acuerdo a los historiadores, los aportes africanos en el Continente Americano dependieron según la entidad colonialista, la mayoría de ellos procediendo de la zona Occidental. En las colonias ibéricas predominaron la cultura yoruba de Nigeria y la bantú de Angola y el Congo.
El negro trasciende la música religiosa, dominando con facilidad la técnica de los instrumentos o como integrante de un coro, pero no como aficionado o anónimo, sino como un profesional de la música. A principios del siglo XVII, la isla de cuba contaba con unos 20.000 habitantes, entre blancos, negros, indios y mestizos. Es en esta etapa cuando la música en Cuba se comienza a interpretar por la calle saliendo de los templos. Comienzan a sonar tambores, sonajas y cantos africanos en las procesiones.
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